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Teniente de Navío de 2ª Don Manuel Díaz Iglesias

Corbeta Santa Lucía

Fragata Victoria



Tres imágenes de la Fragata Numancia, la original,
acorazada y reconvertida

Fragata Arapiles |
(1868 - 1874)
A medida que se va conociendo la personalidad de
Don Manuel, el calificativo que mejor le cuadra es el de "Bravo", pues en efecto
el mar lo forjó "valiente y esforzado" y tanto personal como
profesionalmente fue "bueno, excelente".
El ambiente familiar donde el creció, no lo
conocemos, pero las circunstancias que le tocó vivir como miembro de Armada
Española fueron especialmente fuertes. Desde la guerra de independencia,
España se debatía en un sin fin de luchas intestinas de todo tipo; luchas
dinásticas (guerras carlistas), políticas (liberales y conservadores,
monárquicos y republicanos) y luchas sociales, pues la pérdida de las
colonias americanas y las agitaciones de las corrientes sociales europeas
afectaron y calaron sobre todo en la clase obrera. La reina Isabel II no
lograba acertar con un gobernante idóneo y después de muchas revueltas y
represiones violentas en octubre de 1868, el General
Juan Prim i Prats
conspirador de vieja data, decidido
a terminar con tal estado de cosas, logró el apoyo del Ejército, mientras
que la escuadra y el Departamento Marítimo de Cádiz, a impulsos del
brigadier Juan Bautista Topete, encabezaron un pronunciamiento que
triunfó en toda España y destronó a Isabel II.
En octubre del mismo año,
Carlos Manuel de Céspedes en su hacienda de Yara
(Oriente de Cuba) liberó a sus esclavos y dio comienzo a lo que sería la
guerra de los 10 años, movimiento independentista preludio de la guerra de
independencia cubana y de la guerra Hispano Americana.
El Alferez de
Navío Don Manuel con 20 años de edad, destinado al Apostadero de la Habana y
abordo de la Goleta Santa Lucía, intervino de lleno en la guerra cubana,
transportando tropas, incursionando al mando de parte de la tripulación
quemando rancheríos de insurrectos y en el mar apresando al Pailebot
Galvanic, que desde Estados Unidos trataba de introducir armas para los
mambises.
En enero de 1870 Don Manuel viajo en comisión a Nueva York,
y de regreso a la Habana, comandando el cañonero Centinela supo sortear con
tal bizarría un temporal que fue ostentosamente abrazado y felicitado por el
ilustre marino José
Malcampo.
Pasó a la
Fragata Victoria y regresó a la Península donde la Victoria se
incorporó a la Escuadra del Mediterrano.
En noviembre, por iniciativa de
Prim, salió para Italia una comisión de las Cortes Españolas
en las Fragatas Numancia, la Villa de Madrid y la Victoria con Don Manuel abordo, a ofrecer la Corona de España al hijo del rey
Víctor Manuel. El 26 de
diciembre salieron del puerto de
La Spezia para Cartagena con el Rey Amedeo 1º de Sboya que iba embarcado en la Numancia. La travesía fue
malísima, por dos veces se inundó la sala de máquinas y las olas barrían
continuamente la cubierta. El 30 de diciembre
llegaron a Cartagena. Lo recibió el Almirante Topete, pues a Prim
lo habían asesinado el día anterior.
Don Manuel permaneció en la Victoria hasta
octubre de 1871 en que trasbordó a la
Fragata Arapiles.
A partir de noviembre desempeña varios empleos
en tierra. En febrero de 1872 fue ascendido a Teniente de Navío de 2º,
navegó en la Mendez Nuñez y desempeño otras funciones en tierra en
Cartagena.
Un año después, en octubre de 1872 volvió a la
Arapiles esta vez comandaba por el
capitán
de navío Demetrio de Castro Montenegro, destinado al Apostadero de la Habana. Viajó a
Venezuela y cuando se hallaba en Puerto Cabello tuvo una avería importante
en la bocina del eje de la hélice. Con la bocina tapada se trasladó a Guatánamo y de allí partió para Nueva York el 8 de mayo de 1873. Durante su
estancia en el arsenal de la Marina norteamericana en Brooklyn soportó la
crisis originada por el apresamiento del vapor
Virginius.
Permaneció 6 meses en Nueva York donde fue destinado a la
Fragata Zaragoza
en la que volvió a la Península.
Mientras Don Manuel estuvo fuera de la
Península, El Rey Amadeo, abdicó y el 11 de febrero de 1873 se proclamó la
1ª república. La abolición de: la esclavitud en Puerto Rico, los títulos
nobiliarios, y las órdenes militares; la tercera guerra carlista, la
insurrección cubana, y el mal estado de la Hacienda Pública, terminaron con
ella.
A Don Manuel le pilló de lleno
la revuelta cantonalista a bordo de la Zaragoza como segundo comandante, que
formaba parte de la Escuadra del Mediterráneo al mando del contralmirante
Miguel Lobo quien
con cuatro fragatas entre
ella la Zaragoza y cuatro vapores llevó a cabo el bloqueo del cantón de
Cartagena
cañoneando a la emblemática Numáncia.
Se acercaban tiempos más
amables. (sigue...)
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Cañonero Tornado, que apresó al Virginius originado un
grave incidente. Buque de la misma categoría del Centinela, que
Don Manuel salvó de un naufragio seguro.

Fragata Zaragoza

Las Fragatas Victoria y Villa de Madrid en el puerto
de Mahón, cuadro de Juan
Font y Vila

La Fragata Numancia cañoneada por las fragatas del
Contralmirante Miguel Lobo. Cuadro de Juan Font

Teniente de Navio de 2ª Don Manuel Díaz Iglesias
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