ARTE EFÍMERO

 

 

Para aprovechar los tres últimos meses del 56 y por sugerencia de mamá, y porque me gustaba a mí también, me inscribo en Dibujo Artístico en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid.

 

Siempre dibujé. No recuerdo cuándo empecé pero si puedo decir que fue por imitar a mi hermano Pepe, él me motivó con su ejemplo.

 

Él desde niño dibujaba maravillosamente. En casa había enmarcados tres de sus dibujos: El primero era un dibujo del tamaño de una hoja de cuaderno escolar, realizado a tinta china y plumilla. El tema era una cacería de búfalos por los indios. En primer plano, un indio montado a caballo con el arco a punto de disparar es embestido por un búfalo. Este dibujo lo hizo cuando tenía once años de edad y fue premiado en una muestra infantil. El segundo, más grande, realizado exclusivamente a lápiz, (en blanco y negro) mostraba a un guerrero del tiempo de las Cruzadas, de perfil, mirando al horizonte frente a un poderoso viento que ondea su capa y las crines de su magnifico, brioso y negro caballo sujetado por un moro, su lacayo. El tercero de sus dibujos inolvidables, hecho con lápices de colores, era un precioso retrato con un logradísimo parecido de la cantante y actriz Carmen Sevilla. Los tres cuadros estaban colocados en el lugar de honor de la casa, la sala.

 

Disfruté los tres efímeros meses que estuve en la escuela de Artes y Oficios.

Todas las noches, sin faltar una, me enfrentaba al papel de dibujo, grande y grueso, con el carboncillo en la mano: el busto de un romano, la cabeza de un caballo, el perfil griego, los difuminos para crear volúmenes, los profesores para enseñarte a ver...

 

         Al comunicarles mi retiro por el viaje, me informaron que no podría ser evaluado por el poco trabajo que pude desarrollar.

 

Fue muy corto tiempo. Cuando finalizó el curso (ya estábamos en Venezuela) me enteré por una compañera  que también era amiga de mi hermana Paloma, y se escribían, que mis 4 o 5 dibujos habían logrado un Notable y ella me pedía si podía retirarlos y quedárselos. Yo, orgulloso, le dije que sí.

 

(Arriba)

 

 

CONGREGACIONES

 

- “Javier ha pasado por todos los colegios del mundo”, esta frase es muy común escucharla en casa cuando tratan de justificar con cariño, mi carácter de bohemio y flojo. Lo cierto es que durante mi “educación”, aunque pasé por siete instituciones distintas y no me gradué ni de bachiller ni de Universidad, aprendí mucho en cada una de ellas.

 

Me inicié con monjas, luego con seglares, después con Jesuitas y Agustinos, y en Venezuela; con Hermanos de la Salle y Dominicos, y por último, repito con los Jesuitas en la Universidad.

Por naturaleza siempre he sido enemigo de congregaciones y agrupaciones. Quizás a causa de eso /o por eso, me tocó el mayor plato de sopa con los ingredientes de “todas ellas”.

 

…………….

 

Mi débil estructura estudiantil se termina de quebrar en Venezuela. Como llegamos en enero, comenzado el año escolar, no hay posibilidad de inscribirme, además; tenía que revalidar unas materias venezolanas. Una vez aprobadas, me ponen en segundo año de bachillerato. Esto me tiró dos años para atrás.

 

Por cierto, una confesión; entre las materias tenía que revalidar el Inglés (en España se estudiaba latín y francés), y Roberto lo aprendió en Cuba viviendo en la Base Naval de Guantánamo. El examen era por libre en un Liceo. La noche anterior a la prueba, nos convertimos en expertos falsificadores. Desprendimos mi foto del carnet, pegamos la de Roberto y terminamos de pintar sobre ella el sello que la pisaba. Al ser llamado Javier Blanco al aula, Roberto me hizo sacar una nota excelente.

 

En La Salle de la Colina estudio Segundo y Tercer año de bachiller pero me raspan tercer año y tengo que salir del colegio. Repito tercer año en el último colegio que pisé, el Santo Tomás de Aquino, pero no lo termino y decido no seguir estudiando. ¡Uf! ¡Estuve 3 años en Tercer año…! Mi abulia estudiantil está reflejada en la foto de ese 3er. año, simplemente no aparezco en ella. Ese día, como tantos otros, estaba “jubilado” en la piscina del Casablanca.

 

Resumiendo la actividad escolar en que destaqué o participé; se puede decir que fui niño cantor, portero de fútbol, basquetbolista y en La Salle, además de pertenecer a la banda Marcial como redoblante y de ser un destacado nadador, sucedió en 2do. Año, el acontecimiento de mi vida: descubro mi vocación. El cine. Y me pongo a hacer una película secundado por un compañero de origen alemán llamado Klaus Peter Frezza. Él, con el tiempo se convertiría en un destacado cirujano.


Equipo de Natación de La Salle


Klaus Peter

 

 

 
Primeros pasos con Klaus Peter


Escena final de “La Primera Vez” con Chon, Quitaberto y Javier

 

En la Universidad Católica Andrés Bello durante los tres años que estuve estudiando Periodismo, realicé múltiples actividades universitarias: Dibujé para varias revistas universitarias... creé y dirigí un comercial para la Universidad… escribí crítica cinematográfica... fui actor y director de teatro... involucré a los compañeros con Rodolfo Schmidt apoyándome, en la realización de un corto metraje, en 35 mm, blanco y negro titulado “Búsqueda” (Es la primera película realizada en la UCAB) y fui profesor de cine en la misma universidad.

 

   
Operador de grúa, yo, Lorenzo Capra en la cámara, Bruno Scheuren su asistente y Tula Toledo, la actriz

 

Y mientras tanto, fuera de la universidad, ad honorem, o sea; sin cobrar un céntimo; hice programas de radio en una emisora clandestina... fui fotógrafo de reportajes para la revista comercial  “Bohemia”... y con un grupo de personas preocupadas por el cine, editamos  y publicamos durante cuatro años la revista “Cine-Teatro” de venta comercial y tiraje mensual. En ella; escribía, dibujaba, la maqueteaba y también la llevaba a los kioscos.

 

         
Uno de los artículos en la revista "Bohemia"


           Revista "Cine Teatro"

 

Periodismo se estudiaba de noche, de 6 a 9 p.m. Durante el día trabajaba. En esos tres años mi actividad profesional se desarrolló vertiginosamente: Primero como Director de Arte en una Agencia de publicidad, luego como camarógrafo de noticiero para la TV. de ahí, pasé a otra Productora donde me inicio como Director, Escritor y Editor  de Documentales, regreso a la publicidad como Productor Audiovisual y ¡por fin! entré en Bolívar Films (la Productora Cinematográfica más importante del país) como Director de Comerciales y Documentales.

 

Ahora me doy cuenta que siempre encontré un compañero: En Areneros; Valderrábanos, en los Agustinos; José María Arenas, en La Salle; Klaus Peter Frezza y en la Universidad Rodolfo Schmidt (también de origen alemán), y si de amigos se trata no puedo dejar de mencionar al “amigo” de infancia, mi vecino José María Jiménez Romano.

Con esto espero haber resumido mis “turbulentos” años de mal estudiante.

 

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(Fin del Capítulo 1)