Que había un obispo entre los antepasados de la familia Blanco, me era conocido de siempre, pero lo tenía como un rumor de fondo, lo mismo que el abuelo Pepe había peleado en la guerra de las Filipinas, y que había existido un marino entre los antepasados de la familia Rodríguez. Todos eran como mitos familiares que en algunas circunstancias de mi vida me parecían más verosímiles que en otras.

Como siempre trato de encontrar puntos de encuentro con la gente que voy conociendo, en una oportunidad que conocí a un chico de Oviedo, le comenté que había tenido un antepasado nacido en Asturias, en Pola de Lena, que había sido Obispo. Eso fue todo en esa oportunidad. Al cabo de algunos días recibí una carta de este chico en la que me incluía una copia de la semblanza que aparece en una enciclopedia de Asturias, de un tal Fernando Blanco de Pola de Lena que fue fraile dominico, que había estudiado en Salamanca y que llegó a ser obispo de Avila y Valladolid... eso fue todo... (esto sucedió hace ahora, en el 2005, 20 años).

El verano de 2005, Sagrario, amiga salmantina de Mariana desde la Universidad, nos invitó a pasar con ella unos días en Salamanca, allá nos recibió y alojó junto con Elisa, el portento extraordinario de niña que es su hija (con nosotros en la foto).

Sagrario nos mostró Salamanca con amor y detalle. Cuando nos tocó visitar el convento de San Esteban, me acorde de los datos que me dio el chico de Oviedo y se lo comenté, ella se comprometió a averiguar más sobre Fernando Blanco con un amigo suyo que es historiador. No hizo falta. La misma Sagrario me regaló el libro guía del convento de San Esteban y ahí descubrí a Mons. Fernando Blanco, que ya lo había visto, sin saberlo, en el cuadro al óleo que de él tienen colgando el el Capítulo Nuevo del convento.

Con los datos que sobre Mons. Fernando aparecen en esa guía, solicité información a los obispados de Valladolid, Ávila y Santiago... Cada documento que se maneja, obliga a buscar más en otros documentos, pues se descubren circunstancias tan interesantes en la vida de Mons. Fernando, que uno se ve obligado a seguir indagando.

Poco a poco los iré pasando a esta página web.
 

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