Lorenzo Sanz
Dranguet, primo hermano de Carmen, Esperanza y Alfonso y hermano mayor del
gran amigo de la familia “Tío Antoñito” era el administrador de los bienes
que tenían en Cuba, y desde el principio de la guerra civil encontró cada
vez más dificultades para enviar
a España
las rentas cubanas. Por otro lado el dinero emitido por la República
Española no tenía ningún valor desde el mes de febrero de 1939 en que los
gobiernos de Gran Bretaña y Francia reconocieron oficialmente al gobierno de
Franco, y desde mucho antes y previendo esta situación nadie, fuera de zona
republicana, lo aceptaba.
La familia
Rodríguez Díaz desde que salieron de España, primero en Biarritz y luego en
Banyuls sur mer, no tenían dinero propio, por lo que Milagros recurrió a su
madrastra que vivía en Inglaterra, Mrs. Edith Maud Bouch mujer de mucha
fortuna personal y a la que siempre había querido y admirado, para
solicitarle ayuda económica. La madrastra correspondió con generosidad y
durante todo el tiempo de permanencia en Francia les ayudo económicamente,
constituyendo esta ayuda el único ingreso económico de la familia Rodríguez
Díaz.
A principios
de enero, Alfonsito inmediatamente recuperado de su enfermedad, el día 12
obtuvo del Ayuntamiento de Banyuls sur mer el salvoconducto necesario para
trasladarse a Biarritz “...para reunirse con su familia...”, al
llegar Alfonsito conoció a Maica, su hija con ocho meses. Poco tiempo
después, la familia entera le siguió.
Ante las
enormes dificultades que estaban encontrando en Francia la masa de exiliados
para reubicarse, Alfonso y Milagros decidieron intentar salir a otro país.
Descubrieron que, los países latinoamericanos no aceptaban a los refugiados,
excepto México y Santo Domingo, a menos que fueran oriundos o que tuvieran
familiares que los reclamaran. Con respecto a Cuba, Alfonso reunía ambas
condiciones, pues hizo valer su condición de “nacido” en Santiago de Cuba y
allí estaban sus primos Sanz y Pujadas. Decidieron irse a Cuba.
Una vez más
Milagros recurrió a Mrs. Bouch, quien le dejó todo el dinero necesario para
que toda la familia se trasladase a Cuba. Paulette obtuvo de su familia el
dinero de su pasaje.
El día 1 de
abril Franco declara concluida la guerra. El 4 de abril Mila dio a luz a
Paloma, su cuarta hija, en el hospital de San Sebastián ayudada por su
hermana Memé que le acompañó desde su llegada. A los pocos días de nacida a
los niñitos les dio tos ferina, por lo que Mila, por miedo a que la pequeña
se contagiase, la dejó con Lola Berruezo, futura madrina de Paloma, y ella
se fue con los niñitos a un hotel. Adolfo desde su cuartel en Tarragona
siguió de cerca los acontecimientos con la esperanza de licenciarse pronto.
Los Rodríguez
Díaz decidieron una doble jugada; dejar a Flor ayudando a Mila. Al quedarse
Flor, además les ahorraba a ellos el valor de un pasaje y ese dinero les
serviría para contar con algo al llegar a Cuba. Con Memé, que tanta ayuda
proporcionó a Mila con el nacimiento de Paloma no se podía contar, pues se
iba a Barcelona para reencontrarse con Carlos Navarro.
A finales de
mayo se cierran unas etapas y se abren otras.
Los Rodríguez
Díaz y los Rodríguez Hourcadette se embarcaron en el puerto francés de La
Rochelle a bordo del vapor Orduña de la Pacific Steam Navigation Co of London
(PSNCo) en su ruta
Liverpool -
Canal de Panamá - Valparaíso. En el barco viajaban muchos judíos del este de
Europa, ellos también, huyendo de una catástrofe próxima buscaban un mundo
mejor.
También a
finales de mayo le anunciaron a Adolfo su licenciamiento del ejercito. Para
él y su familia se abría una nueva etapa - jamás imaginada.
(Fin de la primera etapa del "Largo Viaje a Venezuela")
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y Alfonso) (Mila y Adolfo) (Polet
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