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Copiado de la Página Web:
http://www.ucab.edu.ve/prensa/ucabista/may2001/p09.htm
La Ucab fue escenario del séptimo
arte
Esquina de jesuitas
Javier Blanco pionero
del cine en Venezuela
Recorrer los espacios del horizonte con ojo clínico, medir los encuadres
de la puesta en escena, buscar financiamiento, hacer buenos presupuestos y optar
por las ideas más creativas, es lo que Javier Blanco pone en práctica a la hora
de producir películas.
En la década de los sesenta, la esquina de
Jesuitas sirvió de escenario para la filmación de La búsqueda, uno de los
primeros documentales producidos en la Universidad Católica Andrés Bello por
estudiantes de periodismo. Se gestaba una nueva generación de periodistas, con
afán de comunicarse no sólo a través de las letras. Así, entre cintas de 16 y 35
milímetros, luces, cámaras, grúas y equipos de producción, Javier Blanco daba la
voz de ¡acción! No contento con esto, comenzó a dirigir en Bolívar Films y una
vez graduado, creó su propia empresa, que aún hoy se consolida en los medios
audiovisuales como Producciones JB.
Desde que Javier Blanco llegó de España para
Venezuela, y cursaba el segundo año de bachillerato, le dijo a su familia que
quería ser cineasta. En esa época, el país no contaba con academias donde los
estudiantes pudieran estudiar las técnicas del séptimo arte. La carrera que
tenía más contacto con el mundo del cine era el Periodismo y por eso Javier
entró en la Escuela de Periodismo de la Ucab, que entonces se situaba en la
Esquina de Jesuitas. “Yo pertenecí a la tercera promoción de periodistas que se
graduó en la Ucab. Recuerdo que éramos mal vistos por los demás estudiantes
porque la carrera se acababa de abrir en la Universidad y pensaban que se
trataba sólo de farándula”. Aumentar el prestigio de la carrera no fue tarea
fácil dentro de la Ucab, ni tampoco en el mercado de trabajo, porque para esa
fecha la televisión y el cine en Venezuela eran aún una industria en
expansión.
En búsqueda de muchas experiencias, siendo
estudiante, Javier comenzó a escribir en una revista de cine y teatro y trabajó
en los periódicos hechos por la Escuela. Participó también en el grupo de teatro
con el padre Ignacio Ibáñez, y junto con él creó un filmoclub para todos los
estudiantes. Ya en tercer año de carrera, Javier se hizo director de comerciales
de Bolívar Films y se inició en el campo de la publicidad trabajando en la
agencia NAS. Fue diseñador de calzados Keds, porque le gustaba el diseño
gráfico. También trabajó como camarógrafo del noticiero Noticias
OCI.
La esquina de Jesuitas fue para Javier
mucho más que un espacio para la formación y el academicismo. Allí conoció a su
esposa y también en ese tiempo conoció al que sería uno de sus mejores amigos,
Rodolfo Schmidt, con quien creó una productora que fue el origen de Producciones
JB, la empresa que dirige actualmente.
“Mi esposa Mary en aquel tiempo trabajaba en
la librería Nuevo Orden que quedaba frente a la universidad. Yo iba a comprar
los libros que debía leer y ella siempre me atendía. Luego, Mary empezó a
trabajar como secretaria del decano de Educación de la Ucab y entonces fue
inevitable nuestro noviazgo”.
Hacia un mejor
cine
El cortometraje La Búsqueda fue el inicio de
una amplia carrera para Javier. Este corto participó en un festival de cine del
Ateneo de Caracas y obtuvo muy buena crítica: “fue todo un reto, porque recuerdo
que era el único de la Ucab que participaba; el resto eran cineastas y artistas
con ideales comunistas. Inclusive tuve que debatir con Jacobo Borges, pero todo
contribuyó a darle buena fama al trabajo y así pude encontrar nuevas opciones y
vías de participación en el cine venezolano.”
Luego de La Búsqueda, Javier hizo otros
cortos. Realizó varios trabajos de este estilo sobre Fe y Alegría y una serie
sobre personajes deportivos para el Centro Simón Bolívar. También dirigió
documentales para Lagoven e hizo el largometraje La muerte insiste en 1984, que
se proyectó en varios cines del país.
Actualmente, la productora de Javier Blanco,
Producciones JB ha dejado de lado el cine y se enfoca más en la producción de
programas y comerciales para TV. “El gran problema del cine en Venezuela es que
cuesta mucho y no hay un mercado tan grande que reembolse la inversión, ninguna
película se puede financiar con el mercado nacional solamente”.
Javier admite que la calidad técnica del
cine en Venezuela es muy buena, pero realmente lo que se necesita es estimular
la creatividad “Aquí hay técnicos excelentes, pero debemos aprender a cultivar
más el espíritu, porque tenemos la tendencia a ser muy materialistas y
superficiales en lo que expresamos. Siempre hemos tenido una vida fácil y la
comodidad no es el caldo de cultivo más idóneo para la creación.”
María Eugenia Fanti
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