Síntesis de la
vida de Carlos Manuel de Céspedes, que está enfocada a sus
relaciones familiares. Fue escrita por Manuel Aguirre Botello
y terminada el 10 de octubre de 2000, en la ciudad de
Querétaro México. |
AÑO DE 1819
En abril 18 de 1819, nace Carlos Manuel de Céspedes y López
del Castillo en Bayamo, Cuba, siendo hijo de Jesús María Céspedes y
Luque también nacido en Bayamo y de Francisca de Borja, López del Castillo y Ramírez
de Aguilar, nacida en Puerto Príncipe. Hasta donde he podido
saber tuvo como hermanos a Pedro, Francisco, Javier y Francisca de
Borja (Borjita) y se menciona a Ladislao o Manuel Hilario como el
posible hermano perdido en el tiempo.
Se
crió en el campo y durante su niñez tomo clases de Gramática y Latín
con los frailes del Convento de Nuestro Seráfico Padre en Bayamo,
que lo acogieron como discípulo. Posteriormente en el Convento de
Santo Domingo llevó cursos de Lógica y Ética. Pasó de allí a La
Habana, donde es aceptado como alumno del Real y Conciliar Colegio
Seminario de San Carlos y San Ambrosio. Posteriormente en la Real y
Pontificia Universidad de La Habana obtiene el grado de Bachiller en
Derecho Civil, el 22 de marzo de 1838..
AÑO DE 1839 Manuel Anastasio Aguilera nos lo describe
así: “Céspedes era de pequeña estatura, robusto, bien
proporcionado, de fuerte constitución y ágil en sus movimientos. En
su juventud fue muy elegante, bien parecido y de simpática figura.
Se distinguía mucho en el baile y la equitación; era esgrimista y
gimnasta y se le citaba como perito en el juego de ajedrez. Tenía un
valor personal a toda prueba, acreditado en diversas circunstancias
de su vida. Era hombre de gran imaginación, astuto, disimulado,
severo, cortés y agradable en el trato social, tolerante por
cálculo; poseía una fuerza de voluntad indomable y era sobremanera
galante y delicado con el bello sexo.”
Fue
hijo de familia distinguida y prominente que poseía grandes
extensiones de terreno heredadas desde muchos años atrás, un aristócrata criollo cuyas
raíces habría que buscar entre la nobleza Andaluza en España. El
origen común de la familia de Carlos Manuel de Céspedes y de nuestro
tatarabuelo Don Manuel de Céspedes y Barrero se remonta hasta el
siglo XVII, con la llegada a Cuba de Juan Antonio de Céspedes y
Conde que fue alcalde de San Salvador de Bayamo, y llegó de Osuna, España en el
año de 1630. Casado con
Angela de Anaya y Vásquez Valdés tuvieron solamente dos
hijos, Juan de Céspedes y Anaya rama de la cuál proviene la familia
de Carlos Manuel de Céspedes y el otro Diego de Céspedes y Anaya,
rama de la cuál proviene la familia de nuestro tatarabuelo, Don Manuel Céspedes y
Barrero.
Carlos Manuel contrae nupcias en 1839 con su doble prima
hermana María del Carmen Céspedes y del Castillo, tiene con ella
tres hijos de nombre María del Carmen, Carlos Manuel y Oscar todos
ellos de apellidos Céspedes y Céspedes.
AÑO DE 1840 El 3 de enero de
1840 nace su primer hijo varón, a quién llamó Carlos Manuel. En ese
mismo año y una vez
terminado su Bachillerato en Derecho en La Habana, parte
rumbo a Europa y obtiene su licenciatura en Derecho en la Universidad de
Barcelona y posteriormente el Doctorado.
AÑO DE 1843
Terminada su carrera de
Abogado en España, participa en la Insurrección del Gral. Juan Prim,
por lo que sale de allí como exiliado político rumbo a Francia.
Recorrió después Inglaterra, Alemania e Italia antes de regresar a
Cuba en 1844, por lo que dominaba y se expresaba correctamente en
varios idiomas, como el inglés, francés y el italiano. Conocía y
manejaba desde pequeño el latín y el griego.
AÑO DE 1844 Abre en Bayamo un
bufete de abogado y escribe poemas y un folleto en el que hace la
defensa de Cuba.. Secretamente inicia su planes independentistas.
Hizo la traducción al español de algunos cantos de La Eneída, que nunca publicó y
escribe también la comedia Las dos Dianas.
AÑO DE
1845 Para estas fechas Francisco Vicente
Aguilera era prominente propietario de 3 ingenios mecanizados, en la zona de
Manzanillo a Bayamo. El ingenio de Pedro Figueredo y el Ingenio de
La Demajagua de Carlos Manuel de Céspedes, cerca de Manzanillo,
también lo estaban. El problema de los esclavos
negros era mucho mayor en occidente, en las cercanías de La Habana,
donde se abusaba en exceso de ellos, mientras que en la zona de
oriente se empezaba a sustituir, en parte, la fuerza humana que
aportaban los esclavos, por la fuerza obtenida a través del vapor y
las transmisiones mecánicas.
AÑO DE
1847 En este año nace su segundo hijo a quién se
dio el nombre de Oscar. De su hija María del Carmen no tengo datos
relativos a la fecha de nacimiento, pero se que murió muy
pequeña.
AÑO DE 1848
La Bayamesa, (la primera canción amorosa
cubana que recoge la historia) fue interpretada por primera vez,
(según se dice) el 27 de Marzo del año 1848. La letra compuesta por José
Fornaris, la música es de Carlos Manuel de Céspedes y Francisco
Castillo Moreno. La Bayamesa, fue tomada por los patriotas cubanos,
los cuales le cambiaron la letra é hicieron de ella una canción
combativa en contra de la opresión.
AÑO
DE 1851 Participa
activamente en la Sociedad Filarmónica de Bayamo, misma que fundó y
en la cuál fungió como Secretario en aquella
época.
La más cercana relación, que pudo darse, entre la familia
Céspedes y del Castillo y la familia Céspedes y Barrero (nuestro
tatarabuelo) debió ser en esta época, que coincide con la etapa en
que la poetisa Úrsula Céspedes Orellano compone sus primeros versos
y recibe el apoyo de su “tío” Carlos Manuel de Céspedes, lejano
pariente, quién incluso le escoge su primer seudónimo que fue de La
Calandria. Por esta época Carlos Manuel todavía vivía en
Bayamo.
A continuación copio el comentario que hace Don Juan J.
Remos en el libro Poesías publicado por el Ministerio de Cultura
Cubano en 1948, en relación a la sensibilidad poética de Úrsula y el
relieve e importancia que tenía Carlos Manuel de Céspedes como
intelectual de la época, cuando aceptó escribir el prólogo del libro
Ecos de la Selva,
publicado por Úrsula en 1860.
"Úrsula es una poetisa eminentemente sentimental y
canta lo que su corazón alienta. Acertado estuvo el Padre de la
Patria, en el prólogo con que presentó el tomo de versos Ecos de la
Selva, al comentar los méritos de la joven cantora y decir alabando
lo espontáneo de su inspiración, que no se le preguntara de donde a
esta le venía, porque daría la misma contestación de un pájaro de la
selva a quien preguntaran por qué
canta."
Dice
Céspedes en el prologo:
- Por eso
sus versos a pesar de los defectos que adolecen, arrebatan y
seducen; ella pinta lo que siente; pero lo hace con tanta verdad de
colorido, que su sentimiento se transmite como el fluido magnético al corazón
de los que oyen sus acentos inspirados. -
Continúa Juan J. Remos comentando:
“Carlos Manuel de Céspedes, desde luego,
no conoció mas que los poemas que integran el volumen publicado en
1861, y en el que predominan los versos de la primera etapa. Que el
caudillo de La Demajagua era hombre de excelentes lecturas y de buen
gusto lo revelan algunos de sus escritos llegados hasta nosotros y
que denuncian una prosa elegante y cuidada; lo justifican algunos
versos de discreta ambición; lo atestigua este propio prólogo a que
acabamos de referirnos y el reparo que entraña la cita que hemos
transcrito. El relieve de Céspedes en Bayamo (Ciudad por entonces de
las más cultas de la Isla) como una de las figuras más destacadas
del movimiento intelectual de aquella localidad, en que la
curiosidad literaria, la actividad artística y la información sobre
la marcha del pensamiento en el mundo eran patentes, ostentando como
centro de esa tónica social que tanto distinguió a aquella cuna de
patriotas y de poetas, los prestigiosos salones de La Filarmonía; el
relieve de Céspedes, repetimos le daba cierta autoridad
consagradora. Su fama de orador, de poeta , de jurista, de autor
dramático, de "dandy", había cundido y daba a su opinión un crédito
indiscutible. Y que él miraba bien lo que decía (consecuente con el
crédito ganado) lo abona el sentido ponderado con que está redactado
el reiteradamente citado prólogo, en el que a pesar
de los
lazos que lo unían a Úrsula, no deja de hacer
constar los defectos que aprecia, aunque reconoce y proclama las
dotes y los aciertos que se estiman en el conjunto de aquel primer
libro."
"Por lo justo y lo preciso de ese juicio, no creemos
inoportuno insistir en la cita de Carlos Manuel; más aún cuando la
edición en que vio la luz es una rareza bibliográfica:
"
- El que pretenda
hallar en el adjunto tomo grandes conocimientos, rasgos de una
instrucción desmedida, bellezas de arte, en fin, que lo cierre desde
luego, pues no podría satisfacer su anhelo. El que busque en él los
delirios de una alma apasionada y tierna, el amor y la amistad, el
patriotismo, todos los sentimientos nobles, todas las virtudes
heroicas, expresadas en versos armoniosos, léale desde el principio
hasta el fin. Úrsula no es la poetisa de arte que canta con la
cítara en la mano; es la poetisa de la naturaleza que canta como las
aves y que suspira como los céfiros; en sus composiciones la cabeza
es poca cosa y el
corazón lo es todo.....Mas no se crea por esto que sus
composiciones son tan esencialmente naturales, que están
desprovistas de toda regla de arte; tiene algunas que nos
desmentirían si tal dijéramos. Leed "El Bien y el Mal", "El Tiempo"
y otras, y no sólo hallareis en ellas las reglas de la verdadera
poesía, sino una notable elevación de pensamientos -.
Los párrafos anteriores son muy significativos, tanto por
la forma en que se expresa Remos de Carlos Manuel, como por la
cariñosa forma en que Carlos Manuel alaba, sin exageración, el trabajo literario de su
inspirada “sobrina”.
Para 1860 mientras Úrsula tenía 28 años,
Carlos Manuel habría cumplido los 41, pero es evidente que ambos
demostraban especial interés por la música y por la literatura.
Úrsula había escrito un inspirado poema dedicado a su guitarra en
1851 y Carlos Manuel era miembro de la Sociedad Filarmónica de la
ciudad. Me pregunto:
¿Alguna vez Úrsula, le habrá prestado su guitarra a Carlos
Manuel? ¿Alguna vez habrán convivido juntos, interpretando sus
propias composiciones y expresando sus patrióticos
sentimientos?....¡quién puede saberlo! Pero es muy posible, que
alguna vez y en esos años haya sucedido.
AÑO DE 1852 Ingresa a la cárcel
al ser detenido por su actitud política contraria a España. Tuvo de
compañeros de celda a su tío Lucas del Castillo y al poeta Don José
Fornaris y Céspedes. En otras dos ocasiones vuelve a pisar la
prisión, pero no es motivo para que cese su actividad intelectual,
pues continua componiendo poemas o haciendo traducciones, como la ya
mencionada de La Eneida. Esto sucede durante el primer y segundo
período del Capitán General de Cuba, Gral. Gutiérrez de la
Concha.
AÑO DE 1856 a 1865 Destaca como
abogado y hombre de negocios en Manzanillo a donde traslada su
residencia.
AÑO DE 1866 Los poemas y
producción literaria de Céspedes fue abundante y variada, en este
año, el 7 de diciembre, en Guaímaro, escribe el poema titulado "La
Conchita" del cuál poseemos una copia del manuscrito de su puño y
letra, que se muestra a continuación:
|
AÑO DE 1867 Por la suma de
$81,000.00 compra el Ingenio de La Demajagua en Manzanillo. En
agosto se reúnen en la recién fundada logia masónica de Bayamo,
denominada Estrella Tropical No. 19, Francisco Vicente Aguilera y
Francisco Maceo Osorio. Aguilera es nombrado Venerable Maestro, pero
en realidad preside un comité insurreccional. La siguiente
reunión fue en la Casa de Pedro (Perucho) Figueredo. Allí mismo,
Figueredo se sentó al piano y compuso la música del Himno
Nacional.
Se integra el Comité de Bayamo y ausculta Holguín,
Santiago, Camaguey y Las Villas. Se une Carlos Manuel de Céspedes
al movimiento insurreccional.
Céspedes encabeza la conspiración en Manzanillo. Cisneros Betancourt encabeza la conspiración en Puerto
Príncipe (Camagüey). El y Bartolomé Maso pertenecieron a la Logia
de Tinima de Puerto Príncipe
AÑO DE 1868 En el mes de enero
muere de tisis la primera esposa de Céspedes, Maria del
Carmen.
Céspedes funda en abril la Logia de "Good Faith" en
Manzanillo y se convierte en Gran
Maestro.
El 3 de agosto de
1868 se acuerda la primera reunión intermunicipal, por los comités
de Camaguey, Holguin, Tunas, Jiguani, Manzanillo y Bayamo,
representada por Salvador Cisneros Betancourt, Belisario Alvarez,
Vicente García, Francisco María Rubalcava, Felix Figueredo, Donato
Mármol, Carlos Manuel de Céspedes, Jaime Santiesteban, Isaías Masó,
Vicente Aguilera y Maceo Osorio, esta reunión tiene lugar en la
finca de Jesús María y al día siguiente en San Miguel. Céspedes e Isaías Masó
representaban a Manzanillo y Vicente Aguilera a
Bayamo.
Por
esta época debe iniciarse una relación amorosa entre Carlos Manuel y
Candelaria Acosta Fontaigne , joven mestiza de apenas 17 años de
edad que era hija de su Mayoral en La Demajagua, Juan Acosta.
Candelaria a quien Carlos Manuel llamaba “Cambula” se hizo célebre
por haber confeccionado la bandera enarbolada el mismo día de la
insurrección. De esta unión nacieron dos hijos reconocidos por
Carlos Manuel, Carmita y más tarde Carlos Manuel.
El
Comité de Bayamo fija el 24 de diciembre, fecha de inicio de la
rebelión. Céspedes impaciente adelanta la fecha al 14 de octubre
pero la conspiración es descubierta por el Capitán General Español
Valmaseda. El 7 de octubre se recibe telegrama cifrado en Bayamo,
ordenando detener a Céspedes. El telegrafista Nicolás de la Rosa
previene a Céspedes a través de un sobrino de éste llamado Ismael
Céspedes, hijo de su hermano Francisco Javier.
Desde el 8 de octubre Céspedes convoca a los patriotas.
Empiezan a reunirse en el Ingenio de "La Demajagua" de su
propiedad. La Demajagua se encontraba al este de Manzanillo. En
el ingenio redacta y discute el manifiesto que habría de dar a
conocer.
En octubre 10 da el Grito de la Independencia en
Yara. Encabeza la Insurrección
al mando de 147 hombres y poco a poco va creciendo el número de
partidarios que lo siguen, llegando a tener cerca de 17,000
hombres.
El
poeta José Joaquín Palma salva su vida gracias a la intervención de
un desconocido agricultor, que trabajaba en la Hacienda El Dátil de
nombre Máximo Gómez quién llegó a convertirse en general y héroe de
la Independencia de Cuba. Dato
curioso es el hecho de que El Dátil pertenecía a la familia Céspedes
Orellano
En
octubre 18, junto con Aguilera y Marcano toman la Ciudad de
Bayamo. Perucho
Figueredo reparte volantes con la letra del Himno Nacional Cubano y
para el 20 de octubre se interpreta en Bayamo, por primera vez en la
historia.
Carlos Manuel Céspedes es llevado en ese día y bajo palio
a la Catedral, donde se le asigna el título de Capitán General de la
Cuba Libre y dirige un emocionado discurso declarando la libertad de
todos los esclavos insurrectos.
Pronto enfrenta a la
oposición de Camagüey, que no le perdona haber adelantado el
levantamiento y haberse adjudicado el cargo de Capitán General. Este
grupo encabezado por Salvador Cisneros Betancourt, decidió mientras
tanto retrasar su apoyo a la insurrección, lo cuál permitió a los
españoles preparar con más comodidad la recuperación de Bayamo. Céspedes y sus
generales Donato Mármol
y Modesto Díaz, planearon la defensa de Bayamo en base a impedir que
los españoles cruzaran el Río Cauto, pero Mármol impetuoso da la
orden a sus tropas de cruzar el río y sorprender a Valmaseda, pero
falla y dando un rodeo los españoles recuperan Bayamo.
AÑO DE 1869
Bayamo es el símbolo de la rebeldía Cubana y sus habitantes
antes de permitir su rendición a las tropas de Valmaseda, incendian
todas sus casas y convierten la ciudad en gigantesca antorcha el 12
de enero de 1869. Por azares del destino, la casa que fue de la
familia Céspedes y en la cual nació el Libertador, permaneció en pié
y es un Museo actualmente.
Dulce el nuevo Capitán General
español, crea el Consejo Administrativo de Bienes Embargados y
confisca todos los bienes y propiedades de los insurrectos, que se
caracteriza por la rapiña de los militares y funcionarios españoles
mismos se reparten entre ellos los bienes y riquezas confiscados.
Ante las diferencias de los jefes rebeldes, fundamentalmente los de
Camagüey, en abril 10 de 1869 en el pueblo de Guaímaro se proclama
la Constitución del mismo nombre que es redactada por Ignacio
Agramonte y Antonio Zambrana.
Aprobada por todos nace allí
la República de Cuba en Armas y las discrepancias políticas entre
los lideres de Camagüey, Bayamo y Manzanillo quedan zanjadas.
La esclavitud
queda abolida, en la nueva Constitución, Carlos Manuel de Céspedes
es nombrado Presidente de la República, Salvador Cisneros Betancourt
preside la Cámara de Representantes y Manuel de Quesada y Loynaz es
nombrado Jefe del Ejército.
La Cámara tiene facultades para destituir al Presidente y al
Jefe Militar.
Céspedes ambicionaba la Independencia total
y absoluta de Cuba, mientras que Cisneros Betancourt se inclinaba
por la anexión norteamericana. El gobierno en
armas, establece su
asentamiento en Guaímaro pero no tardan los españoles en desalojarlo
de dicho lugar. Oscar de Céspedes y
Céspedes, hijo del primer matrimonio de Carlos Manuel es capturado
junto con el expedicionario Goicuría y se ejerce presión sobre su
padre para que se entregue a cambio de salvar la vida de su hijo.
Carlos Manuel se niega y menciona que todos los cubanos son sus
hijos y de allí proviene el nombre de Padre de la Patria, por
el cuál se le conoce.
El 4 de noviembre, Carlos
Manuel de Céspedes contrae segundas nupcias con Doña Ana de Quesada
y Loynaz, hermana de Manuel de Quesada y
Loynaz.
AÑO DE 1870 El gobierno en
armas, errante, se traslada a Berrocal, Sabanilla y Magaramba. La
Cámara de Representantes objeta las actitudes de Manuel de Quesada y
lo destituye. Céspedes pretende que le acepten la renuncia en vez de
destituirlo, pero le es negada, entonces decide enviarlo a Nueva
York en misión oficial.
En
marzo 29 es fusilado Oscar Céspedes y Céspedes, hijo de Carlos
Manuel.
Estando en Magaramba, el poeta Juan Clemente Zenea, que
viajaba con salvoconducto español, engaña a Céspedes y éste lo
recibe en la creencia de que es un emisario rebelde, ganándose su
confianza al paso de los días.
El 13 de diciembre, acompañada por Zenea, Ana de Quesada
inicia su viaje rumbo a Nueva York, pero es detenida junto con
Zenea, por los españoles. Tras múltiples peripecias y vejaciones,
finalmente Ana de Quesada es dejada libre. Llega a Nueva York y
vive con su Mamá y sus hermanas Caridad y Conchita, tiempo después
Ana descubre que está embarazada.
AÑO DE 1871 En febrero Céspedes
se lamenta de que Manuel de Quesada no haya regresado a Cuba
encabezando una expedición y se lo comenta a su esposa por
carta.
En
julio desembarca Rafael de Quesada, hermano de Ana, con una pequeña
expedición y Céspedes recibe las primeras cartas de Ana desde Nueva
York.
Ana le comenta en sus cartas de las divisiones e intrigas
entre los grupos cubanos representados por Aldama y Manuel de
Quesada, su ex-jefe militar exiliados en Nueva York y para ello
Céspedes envía a Nueva York al Gral. Vicente Aguilera y a su
compadre Ramón Céspedes y Barrero, como negociadores.
Ramón Céspedes y Barrero era hermano del tatarabuelo
Manuel Céspedes y Barrero y muy allegado y de las confianzas de
Carlos Manuel. Muchos años después, en 1885, lo encontramos como
Juez Municipal en Manzanillo y él es quién firma el Acta de
Nacimiento de la Tía Delfina Aguirre Betancourt, que nació en ese
año.
Céspedes recibe carta de Manuel de Quesada sincerándose
y el primero comenta con Ana que la mejor forma de hacerlo, sería
que arribara a Cuba con una gran expedición. El conflicto que
tuvo Manuel Quesada y Loynaz con Céspedes fue que el primero deseaba
manejarse como Jefe Militar, pero sin obedecer ordenes del Gobierno
en Armas que estaba formado por la Cámara de Representantes y el
Presidente. Como anécdota debe mencionarse que el Gral. Manuel
Quesada y Loynaz, participó activamente en el ejercito mexicano
luchando al lado de Don Benito Juárez en contra del Imperio
encabezado por Maximiliano.
Céspedes le envía a Ana una carta escrita por La
Cambula, amante del
primero antes de casarse y le pide que sea generosa y comprenda que
la única relación que los une es la "hijita" que tuvo con ella y que
el ama.
Céspedes se entera por carta que Ana quedó embarazada
antes de partir y en agosto tiene jimaguas (gemelos) que llevan el
nombre de Carlos Manuel y Gloria Dolores, ambos de apellidos
Céspedes y de Quesada.
Juán
Clemente Zenea muy discutido personaje y literato distinguido, es
fusilado en La Habana el 25 de agosto de 1871, considerado traidor
tanto por los rebeldes insurrectos, como por el gobierno colonial
español que ordena su muerte.
Carlos Manuel de Céspedes le anuncia a Ana la captura de
toda la familia de su hermano Pedro Céspedes por los españoles y que
la familia de su hermano Javier logró escapar pero perdiéndolo todo.
También dice que la familia Milanés fue robada y asaltada.
Respecto a Zenea escribe: "Corrió la noticia de que Zenea
había sido fusilado y lo sentíamos cuando ignorábamos su traición,
pero hoy lo que se siente es que no lo hayan hecho pedazos."
El 8 de octubre el
Gral. Ignacio Agramonte rescata de manera heroica al Brigadier Julio
Sanguily, que había caído preso de los españoles.
Céspedes le pide a su esposa Ana que permanezca viviendo
al lado de su madre en Nueva York, que no trate regresar a Cuba,
pues no es lugar para una mujer decente, en esos momentos de la
terrible guerra que vivían. En
agosto comenta a su esposa por carta: "Carlitos, Javier, Pedro y la
demás familia andan por Oriente, el primero está en Manzanillo". Se
refiere a sus dos hermanos Pedro y Javier y a su hijo Carlos Manuel
Céspedes y Céspedes, de su anterior matrimonio.
Por
parte de la familia Quesada, José Ignacio hermano de su esposa Ana,
siempre fue su más fiel y más leal acompañante, con Manuel Quesada
no llevaba buena
relación, pero con Rafael Quesada la relación fue mejor, pues encabezó varias
expediciones. Otras dos
hermanas de Ana de Quesada,
Caridad y Concepción estaban junto con su madre en Nueva
York. En Cuba permanecía todavía la hermana de Carlos Manuel,
Francisca de Borja, a quién llamaba Borjita.
Para
estas fechas Máximo Gomez (el agricultor de El Dátil), ya tenía el rango de General del Ejército y luchaba con denuedo en
contra de los españoles.
En
octubre comenta su visita a la casa de Cambula, para ver a su
"hijita", quizá por última vez, pues le habían recomendado que
Cambula por su seguridad debía marchar al extranjero. El 27 de
noviembre son fusilados injustamente 8 estudiantes de medicina en La
Habana por el llamado grupo de Los Voluntarios al mando del Gral.
Dulce
AÑO DE 1872 En enero escribía
Céspedes a su esposa Ana: "Trina y Borjita deben estar a esta fecha
en Jamaica. De Javier y Ricardo hace días que no tengo noticias
ciertas. Estoy temiendo una desgracia". Como dije Javier y Borjita
eran sus hermanos,
Trina (María Trinidad) era la esposa de Francisco Javier y
Ricardo parece ser el hijo de Javier y Trina.
Céspedes se mostraba desesperado por la ausencia de
expediciones y escribe: "Y en efecto es de creer, en vista del
tiempo transcurrido desde la última remesa, que allí nadie se
acuerda de nosotros, para enviarnos recursos". También dice: "Los asaltos, saqueos e incendios por
los españoles de Boquerón, donde yo tenía una finca a 4 leguas de
Manzanillo" y después. "En noches pasadas robaron a Emilio Céspedes
11 onzas de oro...", y más delante: "José Ignacio que ya estaba
bueno, recayó y ahora tiene una úlcera muy fea en una pierna. Yo
gozo de buena salud, temiendo siempre perderla".
Hasta ahora desconozco exactamente de quien era hijo
Emilio Céspedes.
En
el mes de marzo comenta: "Al fin tuve el gusto de saber de
Javier y Ricardo, están buenos...". "Comprendo los motivos que te
habrán impedido escribirme, pero a veces me figuro que me has
olvidado...",
"Javier y Ricardo se han incorporado ya conmigo, trajeron
la noticia de la toma e incendio del pueblo El Dátil a una legua de
Bayamo".
Ya
comenté arriba que "El Dátil era una propiedad de los Céspedes
Orellano.
En
abril recibe cartas de Ana y escribe: "Por fin algo de tu
boca, supe relativo a nuestros idolatrados mellizos, sin embargo de
que habría quedado ignorante del nombre del varón,
si mi hermano Pedro no me hubiese dicho en su carta, que venía a
aumentar la lista de mis homónimos.....En cuanto al nombre de la
niña no obstante que es a lo que siempre con nobleza y dignidad he
aspirado, me habría sido mucho mas dulce, e innegablemente menos
vergonzoso, o inmodesto, que se dijese Anitica de Céspedes".
Sus nombres: Carlos Manuel y Gloria Dolores
También
dice: "Paramos el 6 en la boca del Baguano, donde presencié el
espectáculo de la marea después de 3.5 años que deje de verlo en La
Demajagua"
En
mayo el Gobierno de Céspedes queda en custodia del contingente de
Máximo Gómez y mientras tanto su hermano Javier, con su hijo Ricardo
parten a Bayamo. Julio Sanguily pierde un brazo en la guerra y el
Gobierno decide su traslado al extranjero. Céspedes seguía
insistiendo sobre la expedición de Manuel de Quesada.
Escribe a su esposa
Ana: " Me complace que la naturaleza nos haya compartido la
semejanza de los gemelos, porque presagio que la niña será muy buena
, pues pareciéndose a mí forzosamente habrá de ser fea y rara es la
fea que sale mala. En cuanto al varón puede que cambie de carácter,
porque yo de niño creo haberte dicho que era muy manso. Mas luego me
volví un diablo encarnado"
En
otra carta dice: "Ocho meses van pasados sin recibir carta
tuya, ni recursos del exterior, ocho meses de tormentos para mi
corazón por todos lados y ocho meses que son una prueba mas de mi
constancia y la de los Cubanos".
Mas
delante: "José
Ignacio está al sanársele completamente la llaga". Y después dice:
"Tuve el gusto de recibir la tuya del 24 de febrero y saber por tu
boca de nuestros queridos gemelos. Mucho deseo abrazarlos a todos".
Céspedes tiene problemas con el comportamiento del Gral.
Máximo Gómez y dice: "Llegó su insolencia hasta contestar con
sarcasmo y agotada la paciencia fue necesario largarle un
golpe"
Para
el mes de julio escribe: "El ansiado correo del exterior llegó
por fin el día 13, para mi con el disgusto de no haber recibido
carta tuya, no obstante que por las de Pedro y Borjita supe que tu,
que eres hoy mi prenda más cara en el mundo, después de Cuba y mis
adorados mellizos,
continuais en perfecta salud".
En
agosto dice: "Muy amada esposa mía: a esta fecha aún no he
tenido el gusto de ver tus adorables letras; hace como 6 meses que
no me llegan cartas tuyas.."
y
después: "Se cumplió este día un año del desembarco de
Agüero, es decir un año que no recibimos un grano de pólvora, ni un
fusil, ni un hombre!" y hablando de su cuñado José Ignacio: "Cada
vez tengo lugar de apreciar el buen carácter de José Ignacio. Vive muy unido
conmigo y muy sumiso a mi voluntad. No se atreve a hacer nada sin
consultarme y no altera en lo mas mínimo mis costumbres. Me cuida
como una mujer y mucho más que mi propio hijo. Así que lo quiero
entrañablemente y me sería muy sensible separarme de él. Te digo
todo esto (Ana)
porque aunque ya tu parece que no me amas, te complacerás por
tu hermano y la demás familia se alegrará de saberlo. ¿No es cierto
ingratona?".
Y mas
delante: "Cumplieron en
este mes, un año nuestros queridos hijitos y aún no los he conocido.
¡Ay, tal vez no los conoceré nunca! También hizo 20 meses que no te
veo. En esa eternidad, ¡cuantos dolores! Esto lo recordé el 13 y no
obstante mi entereza y la firme resolución que tengo formada de
morir, si no doy la libertad a mi Patria, resolución que creo me
apruebas y debes aprobarme, te confieso que sufrí una angustia
mortal y para vencerla necesité de toda la fuerza de mi
voluntad.”
“Es cierto
que no hay sacrificio comparable al de vivir separado de ti y de las
prendas de nuestro amor, pero cuando veo tantos cubanos que
olvidaron a su Patria, o que la abandonan por estar reunidos con sus
familias; me avergüenzo y afirmo más mi juramento para que un día
pueda decirse que Cuba ha producido siquiera un hombre digno."
Para
septiembre y aún sin recibir carta de Ana escribe: "Muy cerca viven las
Cancino, jóvenes de
Bayamo que han atravesado por todas las peripecias de la revolución,
solas, honradas y constantes. Las dirige una hermanita mayor,
poetisa que se firmaba Consuelo, cuyo talento es todo hijo de
la naturaleza. Se han
refugiado en este lugar, el Asturias Cubano."
Para
octubre Céspedes escribe: "Mi queridísima Anita de mis ojos:
Ha vuelto a llegar correo de donde tu sabes y no he recibido todavía
carta tuya" . Y después: "Ayer celebramos el 4o. Aniversario de
nuestro glorioso alzamiento; y aquí vino de molde aquello de los
pajarillos de los poetas que al alba se levantan festejando tu día;
pues en este campamento no habíamos oído ruiseñores y sin embargo
desde la víspera muy temprano una bandada de esos cantores se
presentó casi encima de
nuestras cabezas y empezó con sus trinos a llenar de armonías el
espacio."
Para
noviembre escribe: "Ayer me repitió la calentura; hoy tomé el
quinino; tengo molestia en la cabeza. Los ayudantes han mejorado de
salud, pero José Ignacio sigue todavía malo." Y luego mas adelante: "El
día 4 de noviembre fue mi santo y el tercer aniversario de nuestro
matrimonio, dos fases de la vida, de la vida de familia que me
complazco en enlazar".
Al
llegar Manuel Betancourt y Betancourt con una pequeña expedición, el
campamento se llena de regocijo y Máximo Gómez, Calixto García y la
multitud gritaban ¡A Occidente! Vamos a Occidente! ¡Que sea yó, Sr.
Presidente! Yo; para mí!, le suplicaba el Gral. Máximo Gómez a
Céspedes.
Recuérdese que el éxito de la Insurrección dependía mucho
de lograr que el levantamiento prendiera en el occidente de la Isla
y tanto el Gral. Máximo Gómez como el Mayor Ignacio Agramonte
estaban deseosos de lograrlo.
Más
adelante dice: "Aumentó mas la común satisfacción al haberse
sabido que el Mayor Gral. Ignacio Agramonte Loynaz me había enviado
comunicaciones directas en términos cordiales asegurándome de la
buena disposición de las fuerzas a su mando para sostener el
prestigio del Gobierno de la República." Mas adelante Carlos Manuel
Céspedes comenta: "Betancourt tuvo la amabilidad de traerme tus
cartas y tus retratos con los niños en brazos. No puedes formarte
una idea del gozo que sentí al ver todos aquellos rostros
idolatrados..."
Y en
relación con la carta recibida de Ana dice: "Mi corazón debía
latir satisfecho (por los éxitos de la insurrección) y yo volvía mis
ojos a mi hogar domestico, donde esperaba encontrar el amor, la
felicidad y el reposo. Tu carta ha venido a amargar mi ventura y
destruir mis mas queridas ilusiones."
Enseguida y en una página entera, ante la aparente queja
de Ana por su precaria situación económica, le expresa la forma en
que el ha tratado de resolver su problema económico y su ansiedad y
desesperación. De igual
forma le reitera por que razón ella y sus hijos no deben regresar a
Cuba, dado que los peligros del viaje y la vida errante que llevan,
cambiando su posición de manera continua haría imposible la vida en
familia. Ante las dudas que tiene Ana respecto a su fidelidad,
Céspedes le escribe: "No puedo ser feliz sino a tu lado adoro
a nuestros hijitos, deseo para ellos un porvenir dichoso, y si es
cierto que soy hombre y sujeto a todas las flaquezas humanas, podré
cometer un desliz en cualquier sentido, (mas) no lo es menos que
nunca tendré una amante, ¡te lo juro!"
y
mas adelante dice: "Y de aquí tomo pie para rogarte que nada
compres para mi de tu bolsillo, mientras no mejore tu
situación"..."Yo todavía vivo en la opulencia. Mira: de cinco
camisas viejas que tenía, pude darle la mejor a Betancourt que no
traía ninguna". Y copiándole parte de su diario, escribe: "....y la
esperanza de ver a mi Anita, a pesar de que ya han pasado 2 años
desde que se separó de mi lado, en todo este tiempo, ni un momento
la he apartado de mi memoria. Cada día la amo mas y se han
añadido a mis padecimientos los que considero la agobian en tierra
extraña y con dos niños gemelos que cuidar."
Casi
al final del año dice en relación a su enemigo político, presidente
de la Cámara de Representantes, Salvador Cisneros Betancourt,
Marqués de Santa Lucía: "Por la noche la música completó la obra con retreta
y baile. El Marqués de Santa Lucía estuvo dos días borracho, hablando cosas inoportunas y
siendo el ludibrio de la soldadesca."
Después dice y esto aclara quién era Emilio
Céspedes: "Emilio Céspedes, el hijo de mi compadre (Ramón
Céspedes y Barrero, que envió a Nueva York), que estaba comprometido
a casarse con Candelaria Figueredo, se separó de mi lado para
casarse con Mercedes Cancino y ayer he recibido la noticia de que ha
muerto de enfermedad. Participo de ese nuevo sentimiento de su buen
padre."
AÑO DE 1873 En febrero
escribe: "Vino el correo del extranjero y no me trajo carta
tuya. Aunque me pesa, no lo extraño porque bien veo que como parece
te pesa escribirme."
Más
adelante dice: "Yo sigo ahora bien de salud y voy
reponiéndome a grandes pasos, creo que no volveré a tener otra
indisposición durante la guerra. Cuando me escribas, mándame entre
la carta la medida del alto y del grueso por los hombros de cada uno
de mis queridos gemelos, expresando la fecha en que se
midió."
En
marzo le escribe a Ana: "los retratos deben estar muy
parecidos pero con la diferencia de traje, peinado y creciente
gordura, te hallo muy diferente de la que se marchó de la
insurrección y realmente así será tal vez en todo, a lo menos en el
genio, parece que se te está poniendo muy malo y conmigo
principalmente."
Las
acciones militares del Mayor Gral. Ignacio Agramonte y Loynaz en
Buey, Curaná, Lázaro y
Cocal del Olimpo, abriéndose paso para burlar la línea
defensiva Júcaro a
Morón y llevar la rebelión armada a través de Las Villas hasta el
extremo occidental de la Isla, suponía una gran victoria y el
reconocimiento mundial de una República en armas, unificada por un
mismo ideal. No quiso el destino que fuera Agramonte quien realizara
esta hazaña, pues una bala enemiga, el 11 de mayo en el potrero de
Jimaguayú lo derriba y pierde la vida. En
el mes de junio y a raíz del ataque de una columna española de 900
hombres que les disparó 16 cañonazos escribe Céspedes: "Las
balas y las granadas me pasaban sobre la cabeza y hacían explosión a
corta distancia. ¡Era divertido!" En el mes de julio le escribe una larga carta en son de
queja a su “hermanita” Caridad (hermana de Ana) que vive en Nueva
York y le dice: “Días hace querida hermanita que estoy muy
triste y me atormenta esa terrible idea. No tengo un día de placer;
los males me persiguen; la vejez me ha entrado de repente; pero no
creas por eso que desmayo, ni me desaliento en mi empresa que creo
asegurada, sino que los disgustos domésticos me agobian. ¡La familia
me hace desgraciado!
Por eso me ha servido de muchísima complacencia la
descripción que me haces de las gracias de mis idolatrados mellizos.
Con ella he gozado como si estuviera viéndolos y ese será mi único
consuelo, porque yo no los veré nunca; moriré sin tenerlos en mis
brazos, sin conocerlos siquiera mas que por mudos
retratos."
Para
el 6 de julio una expedición comandada por Rafael de Quesada,
desembarca en la Isla, pero tuvo la desgracia de que se rompieran
los botes y no pudo desembarcar mas que una parte del cargamento,
sobre esto dice: "Yo no pude ir en persona porque el camino
era largo y sumamente escabroso de suerte que siempre llegaría
tarde. Mandé a Carlitos (Céspedes y Céspedes su hijo) y este me
trajo una maleta con....." y sigue la descripción de los
efectos personales que le envían, entre ellos 2 botes de quinina y
14 cuadernillos de papel y polvos dentífricos, que mucho antes había
solicitado.
En
otra carta le escribe a su esposa Ana: "Querida esposa:
recibí tus cartas del
20, 23, 28, y 31 de mayo y 27 de junio de este año; quisiera
contestarte con la mayor extensión acerca de los asuntos domésticos;
pero de naturaleza tan reservada son, que sería necesario escribir
demasiado en cifra o exponerme a tener los secretos de familia
divulgados por los españoles que pueden interceptar esta
correspondencia; lo primero es materialmente imposible, dadas las
circunstancias mis males y ocupaciones y en lo segundo no imitaré tu
ejemplo, cometiendo semejante imprevisión, por no decir imprudencia.
Prefiero sufrir callado y que se interpreten erróneamente mis
sentimientos, como yo estoy acostumbrado a verlo. Nada mas puedo
decir ahora"
Y
ante las aparentes recriminaciones y exigencias de Ana en sus
cartas, que no son totalmente claras, pero que según deduzco giran
acerca de la mala situación económica, los celos no contenidos por
la larga separación que llegaba a mas de un año y medio y la
imposibilidad de que Céspedes aceptara que ella viajara a la Isla,
le contesta pero en términos poco comprensibles y mas adelante
dice: "Yo estoy bien persuadido de que no he de volver a
verte; por que moriré en la guerra, o alguno me matará antes. Nunca
conoceré a nuestros hijitos mas que por retratos, pues también su
tierna edad los expone mucho a una desgracia. Tu misma padeces; y
así es que siempre estoy
esperando que cada correo me traiga la noticia de un funesto
acontecimiento, Mi corazón me presagiaba la enfermedad que ahora han
sufrido y todo esto se añade a mis penas porque los amo y a ti lo
mismo, aunque no quieras creerlo."
En
otro párrafo expresa: "Te doy gracias por lo que me dices me
tienes preparado pero de aquí en adelante no quiero que me mandes
nada; ni armas, ni medicinas, ni ropa, ni nada, Guárdalo todo para
ti y los chiquitos. Yo estoy satisfecho con lo que tengo. Vivo en
una choza o a la intemperie. Como lo que me dan, aunque sean los
reptiles más inmundos. Ando vestido y calzado de una manera
grotesca, pero honesta. No tengo necesidades. Hasta ahora me
defiende la lealtad de los que me rodean; el día que me falte no
sabré morir peor que Ayestarán."
Y
sigue después en relación con partidas destinadas al socorro de los
miembros del Gobierno que se encontraban en la mas extrema pobreza:
"¿Y es posible que haya cerebro bien organizado que piense
que voy a distraer de los fondos públicos miserables cantidades para
asuntos particulares? Para eso habría guardado mi dinero que era
bastante y mucho más de lo que se ha girado"...."En cuanto a mi,
tengo mi conciencia tranquila y desprecio esas calumnias. He
cumplido con mi deber. Mi conducta está en la expectación pública.
No juego, No me embriago, no enamoro, ni siquiera paseo. Trabajo sin
descansar por Cuba, no puedo asegurar que lo haga con acierto, pero
es con buena fe. No robo, no mato, no violo, no hago
intencionalmente agravios a nadie. Procuro proceder imparcialmente
en mis resoluciones, y
que haya orden y justicia. Jamás transigiré con los españoles sino
bajo la base de nuestra Independencia. Más no puedo hacer, no soy
santo.” “Si no
están conformes, tomen su Presidencia el día que quieran. ¡Ojalá
fuera mañana! ¡Cuidado un día no la dejen caer por tierra! Para nada
la apetezco. Yo quiero
ser el primer independiente, y adonde quiera que vaya tendré que
comer, porque yo sé
trabajar. No le tengo miedo a nadie, ni a nada! Por ser Presidente
no voy a sacrificar mis sentimientos ni mis otros deberes."
Y
después Céspedes escribe en relación a las cartas de Ana:
"Sentí muchísimo las que tuve que devolverte; pero hoy no
puedo conservarlas. Voy a reducirlas todas a cenizas, aunque se me
destroce el alma. En eso no hay bajeza y es para bien de todos. No
quiero que los enemigos se enteren de las confianzas que tienes
conmigo."
Mas
adelante y en relación a su visita a Cuba: "Aunque creo que
ya habrás desistido de ese pensamiento, te aconsejo que no sueñes
siquiera con venir ahora a Cuba con Rafael, ni con nadie; pues
además de que existen los mismos motivos que antes, siempre estaré
lejos del lugar del desembarco..."
En
relación con sus hijos escribe: "Los dos últimos retratos de
los niños, son los que tengo en mi cartera. Todos los días los saco
para contemplarlos. Me río con ellos al ver la facha que tienen;
pues Charlie parece un malayo y Gloria está hecha una furia, con la
bemba tan estirada y queriendo romper el llanto. Después los beso y
los guardo...."
Refiriéndose a Cisneros Betancourt dice lo siguiente que
sugiere cierta relación familiar con él o con Agramonte que llevaba
el apellido Loynaz: "Al Marqués le di las noticias de familia
que contienen tus cartas y le ofrecí mis servicios. Con esto y que
supo que la muerte de Agramonte, me había afligido mucho, pareció
que se había arrepentido de sus maquinaciones, pero la ilusión duró pocos
días."
Para
fines del mes de septiembre escribió en relación a su conflicto con
la Cámara de Representantes: "Desde hace días está
anunciándose la reunión de la Cámara para chocar conmigo y llegar
tal vez hasta la deposición..."
Y
mas abajo dice: "Como es
probable que si no logro conjurar la tempestad, al recibo de esta ya
no sea Presidente, bueno sería que se arreglase con Rafael que venga
a buscarme en un vapor en el día y punto que señale con
anticipación."
Y
enseguida: "Este aviso no debe preocuparte. Era esperable;
los pueblos son mas ingratos que los reyes. Deben ser servidos con
desinterés. No por eso se enfríe nuestro amor a Cuba, ni el deseo de
liberarla de sus opresores. Tu vista y la de mis adorados hijitos me
servirá de suficiente consuelo al destierro."
El
1o. De octubre escribe: "Te advierto que es falso que el
Marqués haya estado en el ataque de Las Yeguas, como dijeron los
españoles. Desde 1871 se vino huyendo a Oriente, donde no ha hecho
mas que tratar de perjudicar y ponerse en ridículo. Para no pasar
trabajos en Camagüey, no fue camagüeyano."
Enseguida dice: "La legislatura se ha abierto con
una crisis. El Marqués ha presentado su renuncia de la Presidencia
de la Cámara. Se ignoran los verdaderos motivos; pero se dice que
porque los compañeros lo acusaban (a la sordina) de agitar mi
deposición para conseguir la Presidencia de la República."
El
día 11 de octubre le escribe a su esposa Ana: "Anita: hasta
hoy no ha procedido la Cámara a la deposición, pero me ha dado toda
clase de muestras de hostilidad y por último no ha querido
acompañarme hasta este lugar, donde hemos celebrado el aniversario
del 10 de octubre."
Se
refiere al 5o. Aniversario del Grito de Yara. Enseguida y
refiriéndose a un hecho de guerra del Mayor Gral. Calixto García
Iñiguez, menciona los nombres del Teniente Coronel Enrique Céspedes
y al Coronel Ismael Céspedes por su heroico comportamiento en la
batalla, desconozco la
relación familiar que tenía con ellos.
Para
el 21 de noviembre en otra carta menciona lo siguiente: "La
patria está de luto y llora la muerte de tantos hijos beneméritos.
Mi pobre hermano Pedro, selló con su sangre el juramento de volver a
Cuba. Yo le había dicho que permaneciera en el extranjero, ocupado
en el servicio de la patria, conforme le permitieran sus males y así
podría atender también al cuidado de sus hijos. Su patriotismo lo
arrastró y ha muerto en el campo del honor. Dichoso el que ha ceñido
este lauro inmortal. Su gloria inmarcesible me consuela de su
muerte."
En relación con
su deposición de la Presidencia de la República, esta tuvo lugar el
28 de octubre de 1873, ocupando su lugar, como el lo había dicho
Salvador Cisneros Betancourt, Marqués de Santa Lucía, y en la misma carta se refiere a estos hechos, sin
mostrar ninguna queja y ningún resentimiento, de la siguiente
manera:
"En cuanto a mi deposición he hecho lo que debía
hacer. Me he inmolado ante el altar de mi Patria en el templo de la
ley. Por mí no se derramará sangre en Cuba. Mi conciencia está muy
tranquila y espera el fallo de la Historia. Y pongamos aquí punto
final a la política."
Menciona después a sus familiares mas cercanos que lo
acompañan en la guerra y que ya hemos dicho que eran su cuñado José
Ignacio Quesada y Loynaz, su fiel ayudante; Carlos Céspedes y
Céspedes, el hijo que le quedaba de su primer matrimonio, dado que
Oscar murió fusilado; Javier Céspedes y del Castillo, el hermano que
le quedaba puesto que Pedro estaba recién muerto y Ricardo Céspedes
que aparentemente era hijo de Javier. A continuación lo que de
ellos dice: "Estoy en buena salud y con muchos deseos de
verte así como a la demás familia. Lo mismo José Ignacio y Carlitos,
Javier y Ricardo que andan por Bayamo buenos. Salvo la separación y
las desgracias de la familia, no me inquieta hoy otra cosa mas que a
los otros cubanos comprometidos en la lucha con España."
Unos días
después de la deposición de Céspedes de la Presidencia, el barco
Virginus que transportaba pertrechos para la rebelión, fue detenido
por los españoles y muertos 50 de sus hombres de nacionalidad
norteamericana. Esto resultó ser una gran tragedia para la República
en Armas, que necesitaba con urgencia dichos abastecimientos y fue
motivo de que no se organizara después ninguna otra expedición para
ayudar a la causa. Desconozco si su hermano Pedro venía en dicho
barco y formó parte de los hombres ejecutados por los españoles,
aparentemente así fue.
Ya
para terminar el año, en el mes de diciembre, escribía lo siguiente:
"Ayer me dejaron en libertad y me quedo en Cambute. Dicen que
me darán pasaporte y así puedes hacer lo que creas mas acertado
sobre este particular, conforme a lo que arriba te digo; pero
avisándome antes con especificación, lo mismo que a Mariano"
AÑO DE 1874
El salvoconducto jamás llegó y se ve obligado a
internarse en plena Sierra Maestra a un sitio denominado San
Lorenzo, en donde permanece acompañado solamente por su hijo mayor
Carlos Manuel.
El 27 de febrero Carlos Manuel de Céspedes, es
sorprendido en San Lorenzo, por una columna de soldados españoles
del batallón de San Quintín, posiblemente conducidos hasta allí por
la denuncia de algún informante. Abandonado a su suerte por la
Cámara de Representantes y sin escolta alguna, su hijo estaba fuera
del campamento en ese momento, prácticamente ciego, intenta
defenderse y ya herido de muerte, se despeña por un
barranco.
Eusebio Leal
Spengler, Historiador de la Ciudad de la Habana, en su libro “El
Diario Perdido”, termina la descripción cronológica de la vida de
Carlos Manuel, con estas muy sentidas y adecuadas palabras que les
reproduzco:
"Así terminan los días de
quien defendió la libertad con su vida. A partir de ese momento, y
hasta hoy su figura se enaltece. Más que sus actos públicos y los
rasgos de su atractiva personalidad, será su pensamiento la
piedra angular sobre la cual se edificarán los conceptos
republicanos; en él esta la génesis de la historia de la Patria y de
las virtudes cívicas del Estado y del
Pueblo.” |